Resiliencia el arte del guerrero




RESILIENCIA: El arte de recomponer lo que se ha roto, mostrando luego su magneficiencia de guerrero.

Cuando los antiguos maestros del milenario Japón restauran una pieza que se ha roto, agrandan la fractura con oro, ellos tienen la filosofia que cuando algo ha sufrido algún daño tiene una historia, y esto lo hace más fuerte y más hermoso por que se convierte en un guerrero del camino.
No es suficiente reconocer las incongruencias, es necesario aprender a sanar esas heridas con amor, hay que hacer un trabajo interior que nos permita celebrarlas y/o olvidarlas.

Es necesario tener mirada de artista para que todo aquello que en nosotros está roto, quebrado o defectuoso, nos invite a encontrar belleza en los lugares más insospechados y nos lleve a convertirnos en auténticos arquitectos de nuestro propio destino.
Kintsugi es el arte tradicional japonés de la restauración, especialmente de piezas rotas de cerámica, en lugar de ocultar los daños, se les da una nueva apariencia y se ofrece una nueva vida a los vasos rotos o piezas de cerámica o porcelana.
Este arte no trata de "arreglar" los defectos, no intenta perfeccionarlos, simplemente vuelve a convertir la pieza rota en algo completo.

Celebra la dialéctica de la totalidad y la fragmentación, la idea de que la auténtica belleza está compuesta por ambas, es decir "aquello que se ha roto siempre puede ser más fuerte"

Según la moderna filosofía occidental nos dice de manera muy sutil y práctica, que cuando algo se ha roto o quebrado, aunque este se pegue jamás volverá a ser igual, ese es el punto de vista de la filosofía occidental, la cual es derrotista y carente de sabiduría interna y sólo se apega a la practicidad del vacío.

La milenaria filosofía de Oriente tiene otra apreciación al respecto, y se enfoca en restaurar no sólo piezas de cerámica o jarrones a través de la milenaria tradición del Kintsugi la cual restauraba las bellas piezas de cerámica colocando Oro puro en las grietas, las cuales no sólo las hacia más visibles, si no que al terminar el proceso eran mucho mas fuertes, lo mismo pasa con el ser humano, cuando algo se quiebra en tu vida es necesario tener la paciencia y dedicación de un restaurador, así como la determinación de sanar la herida a través de la sinceridad y el perdón para así crear un sentimiento puro de amor en acción.

Cuando alguien comete un error y causa un dolor ya sea de manera conciente o inconsciente, el primer paso es admitirlo y pedir una disculpa desde lo mas profundo y hondo del alma y el corazón.

El segundo paso es darse a la tarea de restaurar esa pieza quebrada "el corazón de la persona herida" y restaurar la grieta con sinceridad, dedicación y amor, para que esta no sólo sea más fuerte, si no a la vez indestructible por que ha sido unida con el oro alquímico del fuego del corazón y el perdón.

El tercer paso una vez que la pieza se encuentre lista de acuerdo al antiguo y místico arte del Kintsugi, es colocarla en el lugar que corresponde para que muestre sus grietas sanadas con polvo de oro "oro alquimico" y pueda seguir deslumbrando con su esplendor, a ese eterno espectador de su bella creación de renovación.

Si has hecho algo indebido en tu sendero, y has procedido con la antigua sabiduría oriental del "Kintsugi" pidiendo perdón, uniendo la herida con amor y dedicación para que el jarrón sea aún más sólido y más bello "persona ofendida" y ese jarrón ya no desea seguir en el estante de tu camino, no te preocupes recuerda que te has convertido en un maestro de la restauración "Kintsugi" y tu misión era unir el jarrón para que mostrara su fuerza y esplendor.

El verdadero peregrino viaja ligero, su hogar es el cosmos, la hermandad es su ropaje y el amor es la esencia que emana desde lo mas profundo y hondo del corazón.

No hay comentarios: